miércoles, 18 de julio de 2012

Antología esencial (*)





Compendio



Estoy en todo

y no sé qué es todo.

Seré la nada

y no sé qué es la nada


Sobre el tiempo

Mis años

desmenuzados

¿serán añicos?



Percepciones del mundo físico




-I-



Lunas llenas, lunas llenas

y los ojos abiertos

de par en par.

Los ojos son lunas llenas

llenas de luz

y las lunas ojos, lunas-ojos

tapados por un párpado

de sombra, de sombra.



-II-



Los verdes, los verdes

millones de verdes

que saltan a los ojos

deleitados.

Son bosques y selvas

que viven todavía,

viven todavía

en los ojos deleitados.



-III-



Todos los paisajes

todos los rostros.

Desde un grano de arena

hasta la gota del mar.

Desde el penacho de un ave

hasta las fauces carnívoras

y el pez, el pez que danza.

Todo esto será mío

y mi regalo de amorosa

despedida cuando al fin

cierre los ojos para adentro

para adentro.





De la creación



La sangre que desde siempre

anega y tiñe el mundo

sería bastante para crear

otro mundo sin sangre.





Un aire mozartiano



Oír la música, escucharla.

Lo que algún humano venturoso

(en tanta su desventura)

pudo crear, imaginar, soltar de sí.

Me lleva –esta música- hasta

el centro mismo de su alma

y por ello olvido por un instante

(un muy agradecido instante)

que yo carezco de alma

y que esa música ocupa

-por un instante-

su lugar.



De la dualidad

El cuerpo

goza

padece

se degrada

muere.

El alma

¿qué es el alma?

Sé dónde está

cada órgano

pero no sé dónde está

esa víscera incógnita

que llamo alma.

Si está

¿goza?

¿padece?

¿se degrada?

¿muere?

Pero si muere

¿para qué quiero

un alma?

Y si no muere

¿para qué quiero

un cuerpo?



Trazos




El hombre, un hombre, los hombres.

Si fuera posible restituirles un átomo

de dignidad y nobleza ya estaríamos

casi salvados.

Pero…

de lo vivido quedan trazos.

Se van borrando en una luz

crepuscular. Hasta perderse.

Pero fueron, sí, trazos

y su memoria, parcial

es indeleble.





Dos verbos




No sé qué es morir

aparte de una palabra

común, tan común

y manoseada y gastada

hasta perder su brillo.

Sabré qué es morir

cuando a la palabra

vivir le hayamos

podido devolver

todo su fulgor.

El del primer día

cuando abrimos los ojos

a otra luz y otra materia.




De los materiales nobles



Compleja y vasta cosa es lo que llamamos mundo.

Compleja y vasta cosa es lo que llamamos yo.

Acabo creyendo que ambas cosas tan complejas

y vastas no son sino dos miserables simplezas

tan mínimas e insignificantes que ni siquiera

las podemos ya ver y por eso les hemos elevado

altos pedestales a nuestra imagen y semejanza.



Están hechas, por supuesto, de barro y mierda.





Lo inaccesible



Lo que yo querría besar

es inalcanzable.

Lo que yo querría tocar

es inalcanzable.

Lo que yo querría amar

es inalcanzable.

¿No resulta acaso lógico

que al cabo yo también

me haya vuelto inalcanzable?






(*)- Selección del libro (inédito) Poemas exactos, físicos y naturales


























































 
































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