Compendio
Estoy en todo
y no sé qué es todo.
Seré la nada
y no sé qué es la nada
Sobre el tiempo
Mis años
desmenuzados
¿serán añicos?
Percepciones del mundo físico
-I-
Lunas llenas, lunas llenas
y los ojos abiertos
de par en par.
Los ojos son lunas llenas
llenas de luz
y las lunas ojos, lunas-ojos
tapados por un párpado
de sombra, de sombra.
-II-
Los verdes, los verdes
millones de verdes
que saltan a los ojos
deleitados.
Son bosques y selvas
que viven todavía,
viven todavía
en los ojos deleitados.
-III-
Todos los paisajes
todos los rostros.
Desde un grano de arena
hasta la gota del mar.
Desde el penacho de un ave
hasta las fauces carnívoras
y el pez, el pez que danza.
Todo esto será mío
y mi regalo de amorosa
despedida cuando al fin
cierre los ojos para adentro
para adentro.
De la creación
La sangre que desde siempre
anega y tiñe el mundo
sería bastante para crear
otro mundo sin sangre.
Un aire mozartiano
Oír la música, escucharla.
Lo que algún humano venturoso
(en tanta su desventura)
pudo crear, imaginar, soltar de sí.
Me lleva –esta música- hasta
el centro mismo de su alma
y por ello olvido por un instante
(un muy agradecido instante)
que yo carezco de alma
y que esa música ocupa
-por un instante-
su lugar.
De la dualidad
El cuerpo
goza
padece
se degrada
muere.
El alma
¿qué es el alma?
Sé dónde está
cada órgano
pero no sé dónde está
esa víscera incógnita
que llamo alma.
Si está
¿goza?
¿padece?
¿se degrada?
¿muere?
Pero si muere
¿para qué quiero
un alma?
Y si no muere
¿para qué quiero
un cuerpo?
El hombre, un hombre, los hombres.
Si fuera posible restituirles un átomo
de dignidad y nobleza ya estaríamos
casi salvados.
Pero…
de lo vivido quedan trazos.
Se van borrando en una luz
crepuscular. Hasta perderse.
Pero fueron, sí, trazos
y su memoria, parcial
es indeleble.
Dos verbos
No sé qué es morir
aparte de una palabra
común, tan común
y manoseada y gastada
hasta perder su brillo.
Sabré qué es morir
cuando a la palabra
vivir le hayamos
podido devolver
todo su fulgor.
El del primer día
cuando abrimos los ojos
a otra luz y otra materia.
De los materiales nobles
Compleja y vasta cosa es lo que llamamos mundo.
Compleja y vasta cosa es lo que llamamos yo.
Acabo creyendo que ambas cosas tan complejas
y vastas no son sino dos miserables simplezas
tan mínimas e insignificantes que ni siquiera
las podemos ya ver y por eso les hemos elevado
altos pedestales a nuestra imagen y semejanza.
Están hechas, por supuesto, de barro y mierda.
Lo inaccesible
Lo que yo querría besar
es inalcanzable.
Lo que yo querría tocar
es inalcanzable.
Lo que yo querría amar
es inalcanzable.
¿No resulta acaso lógico
que al cabo yo también
me haya vuelto inalcanzable?
(*)- Selección del libro (inédito) Poemas exactos, físicos y naturales
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