domingo, 26 de febrero de 2012

Aclaración

En el preciso momento en que ponía punto final a España, aparta de mí este cáliz (ver infra) con muchas cosas más por decir pero reconociendo que el tema es inagotable la coincidencia o la casualidad o el azar volvieron a instalar el punto tocado antes -en Moloc no murió en Fenicia…y en el texto precitado- suscitado esta vez por el deceso del arzobispo Storni. Para los eventuales lectores no argentinos va entonces la siguiente aclaración. Este prelado, arzobispo de Santa Fe (Argentina) fue acusado de abuso sexual en base al testimonio de 47 seminaristas. Ante el cariz que tomaban las revelaciones en 1994 el Vaticano inicia una investigación pero gracias a su jerarquía y a los buenos oficios del nuncio Ubaldo Calabresi Storni puede viajar al Vaticano donde es ratificado en su cargo por Juan Pablo II, a pesar del escándalo ya notorio. Entre 1991 y 1999 habría sido también culpable de malversar fondos públicos (colecta Más por Menos de la Iglesia católica argentina en el distrito de Santa Fe. Hubo denuncias penales al respecto). En 2002 Olga Wornat, una periodista, recopila todos los procedimientos sobre este obispo en el libro Nuestra Santa Madre. Ahora transcribo directamente de Wikipedia: “En 2009 la jueza María Amalia Mascheroni lo condenó a 8 años de prisión por abuso sexual agravado por el vínculo contra el ex seminarista Rubén Descalzo aunque no fue a la cárcel sino que –debido a su edad- cumplió arresto domiciliario. En 2011 la Cámara Penal de la Provincia de Santa Fe dispuso la anulación de la sentencia y que la causa volviera a fojas cero”. A continuación del diario Página 12 (ed. del 21/02/2012): “un sacerdote que habría denunciado los hechos “fue presionado a retractarse por sus superiores jerárquicos”. El fallo señalaba también que los hechos eran conocidos por el cardenal Raúl Primatesta, por el nuncio apostólico Ubaldo Calabresi y otros dignatarios de la Iglesia”. Luego hay otras consideraciones pero hasta aquí se ve claramente cómo estas gentes cierran filas y cómo la complicidad de la justicia sustrae a alguien no sólo del castigo sino de la pena misma. Cabe preguntarse: ¿el Papa hubiera apoyado así a un simple sacerdote? Los demás cardenales y prelados involucrados ¿lo hubieran hecho? Cada cual puede responder por sí, nosotros hemos respondido en Moloc no murió en Fenicia…(en este mismo blog). Pero este triste asunto no termina ahí. Por si hiciera falta una prueba más de la impunidad y el autismo soberbio de estas gentes: “El arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, celebrará el próximo domingo 26 de febrero una misa en memoria del fallecido ex titular de la Iglesia santafesina, condenado por abuso sexual agravado por su condición de sacerdote, Eduardo Gabriel Storni. La misma tendrá lugar a las 20, en la Catedral”. (diario Actualidad y Política, Santa Fe-Entre Ríos, ed. del 23/02/2012- el subrayado es del diario). Ahora bien, Arancedo, además de ser arzobispo de Santa Fe es el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). A estas alturas cualquier comentario es superfluo. Y para concluir: “Storni residía en una residencia (sic) adquirida por el Arzobispado de Santa Fe en la localidad cordobesa de La Falda, donde llevaba una vida alejada de toda exposición pública y se sostenía con su jubilación”. (mdz –Mendoza- ed. del 20/02/2012). Vale la pena releer la redacción de la noticia, cómo se transmite. Dice, sí, que se compró una residencia y quién la compró y para qué se compró. Pero lo que no aclara en ese cuadro bucólico es que esa jubilación gracias a la cual subsistía Storni es equivalente al salario de un legislador nacional. Pagada, como es obvio, por el Estado argentino y en consecuencia por todos nosotros.




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